¡YA llegó el gran día!
A las 7:00: con camisetas rojas, maletas en mano y sonrisas hasta la frente a pesar del despertar difícil, vamos llegando poco a poco, felices de reencontrarnos para comenzar esta hermosa aventura tan esperada. ¡Después de 9 meses de arduo trabajo, por fin estamos listos, alumnos y profesores, para vivir este inovidale momento!
A las 8:30: revisión de documentos, fotos de grupo, últimos abrazos, vamos a facturar las maletas y nos dirigimos a la sala de embarque.
A las 10:30: la emoción está al máximo: estamos en el avión listos para despegar rumbo a la República Dominicana. Llegamos al aeropuerto internacional Las Américas tras 1h20 de vuelo donde nos esperaban Carmen, nuestra guía para la semana, y Ricardo, nuestro chófer.
Con las maletas a bordo, nos dirigimos al hotel “La Casona Dorada” en Santo Domingo, donde llegamos maravillados por la belleza del lugar. Nos reciben Tony y su equipo, quienes nos guían hacia nuestras habitaciones: 4 habitaciones para las chicas, 5 para los chicos y una para cada una de las acompañantes, todos en el mismo piso para tener a todos bajo control...jajaja
Una vez instalados, ¡No hay mejor cosa que un buen buffet variado con crudités, ensaladas de arroz, gratinado de plátano y carnes para recuperar fuerzas y llenarnos de energía para aprovechar la tarde todos juntos!
Trabajos de redacción sobre nuestro primer día, un poco de deporte, un chapuzón en la piscina... Terminamos el día con una cena rica en el restaurante del hotel y el balance nocturno para preparar el día siguiente.
¡Con estrellas en los ojos, alegría en el corazón y una buena noche de sueño, estamos listos para comenzar con energía nuestro programa!
¡Hasta mañana para continuar nuestras nuevas aventuras en Santo Domingo!
Anécdota del día: Estamos facturando el equipaje avanzando uno por uno tranquilamente para completar los trámites. De repente, suena la alarma de incendio: ¡hay que evacuar! Salida rápida, todos a la zona de estacionamiento. Una sola pregunta en nuestras cabezas: “¿Nos vamos a perder el avión?”. Cinco minutos de susto, lágrimas y estrés… ¡y estamos de nuevo en fila para retomar el registro! ¡Cosas que pasan!
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